“¿Por qué creo que este video se destaca entre los demás?”. Tal vez Julio Rasuk venga preparando esta respuesta desde hace mucho tiempo. Entonces toma impulso y enumera: “porque es un buen laburo; porque la canción tiene contenido social y romántico; porque mostramos una realidad dura mediante una cumbia bien poderosa; y porque simplemente creo que a la gente le gustará”.
El entusiasmo del cantante de Vampiro Indio se adivina en la vibrante voz al otro lado del teléfono, en la algarabía casi infantil con la que cuenta que el clip de la canción “Amor de pobres” es el primero que hacen de modo profesional y que todavía le cuesta creer que horas y horas de grabación durante un mes puedan ser condensadas en algo más que tres minutos. “La realidad es que con un video llegas adonde probablemente no llegas con un disco. Un productor, por ejemplo, recibe miles de CDs que por ahí ni escucha, pero el video es otra cosa: vivimos en un mundo audiovisual. Por no tener un clip nosotros quedamos afuera de varias iniciativas en las que podríamos haber avanzado como banda”, señala.
El tema, detalla Rasuk, habla del contraste cada vez mayor entre los más ricos y los más desfavorecidos. El video grafica este desequilibrio específicamente en Bella Vista, de donde son oriundos los integrantes del grupo, pero el cantante advierte que esa desigualdad se ve en todos lados, y sugiere que cada espectador “se haga cargo de eso”.
La mayoría de las locaciones elegidas para el rodaje son de Bella Vista: los barrios Peñarol y Santa Rita, el ingenio Lastenia, la tradicional feria de cada miércoles, entre otras. “Los vecinos nos dejaron entrar a sus casas y ahora se ven sorprendidos por la calidad con la que está retratado su hábitat. También los actores (Andrés Quesada, Mariana Aráoz y Matías Fourmatin) son locales. En una semana, el video lleva acumulados casi 2.700 visitas”.
“Amor de pobres” y el disco en el que se encuentra girará este fin de semana en Buenos Aires: la banda ya tiene pactadas presentaciones en la Capital, La Plata y Avellaneda. Rasuk se esperanza también con el que video comience a circular por los canales porteños: “nosotros no tenemos una banda por hobbie, queremos ser reconocidos. En Tucumán hay muchas bandas buenas, pero no muchas que se hayan decidido viajar. Y, nos guste o no, desde Buenos Aires es más fácil proyectarse a otros lugares”.